jueves, 4 de julio de 2019

EL VIAJERO


                                                    


Es un hombre, es un Dios, es un ángel o tan solo un caminante.
Nació en el origen de los tiempos y el fin de los tiempos lo aguarda.
Camina la tierra cada día con su noche, nada lo detiene.
Atraviesa mares, montañas, desiertos, valles sin dolor, sin cansancio.

En su camino, no deja ser humano sin mirar,
ya que esa vida se le revela a través de los ojos.
Allí les lee el alma para conocer sus alegrías
también sus miserias, sus sueños y sus frustraciones.
Es un instante tan solo, suficiente para guardar todo en su saco.

Lleva ese saco mágico que lo acompaña desde siempre.
Allí están las historias de todos los seres humanos que caminaron esta tierra.
Niños, niñas, jóvenes, hombres y mujeres de todas las edades,
de todos los pueblos, todas las ciudades, de cada caserío perdido en el olvido.

Los alquimistas antiguos hablaron con él en el siglo doce.
No reveló quien era, de donde venía, hacia donde iba y para que lo hacía.
Solo dijo un nombre que ningún ser mortal puede pronunciar,
El nombre de la primera mujer.

Y es a ella que busca a través de los siglos, del tiempo, de la historia.
Esa mujer que nació con él y lleva en su pecho un fragmento de su alma.
Y llegará el día en que se encontrarán.
Y sus almas otra vez se unirán gozosas para ser una sola, como al Principio.

Una vez juntos caminarán tomados de la mano por el resto de los tiempos.
Guardando en los sacos las historias del hombre.
No tienen apuro, no existen las horas para ellos.
Saben que, al llegar a la eternidad, solo amor los aguarda.


Richard
04-07-19



martes, 2 de julio de 2019

BAILE EN EL CIELO



Es por la ventana que entra sigilosa la dulce noche.
Un soplido cósmico desliza las cortinas hacia los costados
para que la luna, esa que escapa del amor del sol, se acerque,
y yo pueda reflejarme y guardar su aliento en el corazón.

Fue una vez un niño, una niña y una flor,
que se perdieron sin darse un beso bajo la lluvia fría.
Ese sentimiento de amor lo escondí en una canción perdida,
mientras caminaba hacia un horizonte desconocido, la vida.

Y fue que pasaron muchas lunas y soles, días y noches,
con mi alma pidiéndome a gritos la deje en libertad.
Que encuentre aquella canción en el oscuro rincón del olvido.
Pues el Universo debía escucharla.

En el camino un artesano de fantasías me lo contó,
debía conversar con la blanca luna y las doradas estrellas,
en una noche donde la magia sería liberada.
Las luciérnagas brillantes serían la señal ya que los sueños se harían realidad.

Y es allí que les pediré me lleven al gran Baile en los Cielos.
Allí las almas se reúnen y bailan en puntas de pie.
Allí las almas del mundo cantan cada una su canción.
Y yo cantaré mi canción, esa que perdí siendo un niño.

Aquel artesano me dijo que la escucharás, la sentirás.
Los compases bajarán del cielo y a tu seno llegará.
Con solo escucharla, sabrás.
Mas no me busques, mi alma en el Baile se quedará.

Solo vendré un instante para mirarte a los ojos.
Solo vendré un instante para contarte mi sueño.
Solo vendré para regalarte una roja flor
y darte ese beso perdido, guardado tanto tiempo en mi corazón.

Richard.

02-07-19