jueves, 4 de abril de 2019

ILUSIONES




Cuando Thelma me dijo que sí, debo haber parecido un canguro saltando.
¡Ir al cine con Thelma era lo mejor que me podía pasar en ese año!
Fueron muchos los problemas que soportaba por esos días; la enfermedad de mi hermano, las notas en el boletín del colegio que no pasaban de un cuatro, me había lesionado en el hombro jugando rugby y los aductores jugando al futbol y ya no conseguía dinero alguno para comprar discos.
Mis novias no me duraban más de siete días y mi perro se había perdido en Santa Clara del Mar.
Por eso, ese SI de Thelma, la chica más linda del barrio, fue un bálsamo. Jamás pensé que me diría que sí, pero lo hizo.
Corriendo fui hasta mi casa, tomé el diario de mi padre y fui al baño con la sección de espectáculos para ver la cartelera pues tenía que elegir la película.
-Love Story…no, muy maricona.- dije en voz alta.
Godzilla…tampoco, muy tonta, se le podía ver el cierre relámpago en la espalda de los trajes de monstruos que utilizaban. El de la película El monstruo del Lago era para reírse. Pensé.
Me decidí cuando vi que estaba en cartel la de Steve Mc Queen, “Las 24 horas de Le Mans”. Carreras. Perfecto.
La llamé por teléfono y quedamos en encontrarnos el sábado en la puerta del Atlantic a las cuatro de la tarde. Comenzaba a las cuatro y cuarto.
Cuando corté y me di cuenta que era jueves me quise morir, faltaban más de dos días. Tendría que pensar en cómo hacer que el tiempo corra más aprisa.
Nunca pensé en Thelma como novia, me parecía muy perfecta, siempre arreglada y era la mejor alumna de su división.
Yo era un adolescente desaliñado, vago, mal alumno, y solo me gustaban los deportes y la música.
Recordé en que pensaba cuando se lo propuse y bajo qué circunstancias lo hice.
Salía del colegio, de la clase de gimnasia a las cinco de la tarde y ella de la casa de su amiga que estaba a media cuadra de la escuela. Coincidimos y caminamos juntos las siete cuadras hasta nuestros hogares pues vivíamos a quinientos metros de distancia.
Nunca habíamos hablado a pesar de haber coincidido varias veces en fiestas y reuniones, pero esa tarde pasó algo, ella me saludó con un beso en la mejilla y me preguntó por la salud de mi hermano. Comencé a contarle y sentí que lamentaba lo que estaba ocurriendo con su salud.
Al llegar a la puerta de su casa, fue un impulso inusual preguntarle.
- ¿Queres ir al cine uno de estos días? - Y me aleje un poquito esperando el no por respuesta y para encender un cigarrillo más.
-Sí, elegí la película y vamos, me gustaría. - me respondió con voz suave.
Esa noche de jueves me dormí pensando en porque, me había dicho sí. Llegue a la conclusión de que era para apoyarme por la enfermedad de mi hermano. Antes de dormirme pensé que quizás yo le gustaba.
El viernes me levanté como todos los días, arrastrándome y llegué al colegio arrastrando la osamenta.
Solo en los recreos me despertaba y fue allí que le conté a mis amigos que iría al cine con Thelma.
Al principio no me creyó nadie y más tarde tampoco.
Ese día fue bueno pues solo me habían puesto un UNO en historia, en las demás materias no hubo pruebas.
Habíamos quedado con los chicos en juntarnos esa tarde en la casa de Maxi a escuchar lo nuevo de Yes.
Estuvimos hasta la noche en su cuarto escuchando Fraile y todos los demás discos hasta que el tío de Maxi entró y al ver que no se veía nada por el humo de cinco adolescentes fumando sin parar nos echó a la calle.
Antes de llegar a mi casa pasé por la puerta de la casa de Thelma, con la ilusión de verla y charlar unos minutos.
Las luces estaban apagadas así que deduje que no había nadie y me fui.
Al llegar, encontré milanesas en la mesa y una nota que decía:
-Comé y andate a dormir que nosotros nos vamos a quedar en la clínica con tu hermano. No hagas cagadas. - Era la letra de mi padre.
Fui a la cama con mi radio a escuchar el programa de Badía y mis cavilaciones me llevaron a pensar en qué pasaría si en el cine le daba un beso.
-Seguro se enoja. - dije en voz alta.
Me está haciendo un favor, no es posible quiera algo conmigo. Pensé.
Los pensamientos fueron cada vez más intensos por lo que me fui al techo subiendo por la pileta del patio y me fumé un cigarrillo mirando el cielo y pensando en que estrella viviríamos una vez muertos. Yo quería una cerca de mi hermano, de mis amigos de la infancia y porque no, cerca de la de Thelma.
Al bajar me fui al baño a lavarme los dientes y la boca para borrar las huellas del tabaco y me acosté para dormir.
¡Sábado! Me desperté muy temprano, a las ocho. Me vestí y fui a la cocina para tomar y comer algo. Pero no había nadie, mis padres no habían regresado.
Con la casa para mí solo me preparé un licuado de bananas y comí dos sándwiches de jamón y queso, desnudo por supuesto y escuchando con el volumen al máximo a mi banda favorita, Focus.
Cerca del mediodía y sin hambre me bañé a conciencia. Hasta me peiné.
Busqué mi mejor jean, remera, sweater, campera y botas de gamuza. Hasta le robé un poco de perfume a mi padre, Pachuli.
Y me senté en el sillón pues aún faltaban dos horas. Encendí el televisor y no había nada que me interesara a pesar de que estaban dando Sábados de Súper Acción, películas y más películas una detrás de la otra desde el mediodía hasta la noche.
Cuando no pude más de ansiedad salí caminando con rumbo al cine.
Llegue a las tres y treinta, faltaba media hora. Tiempo suficiente para dar la vuelta a la manzana más de cinco veces.
A las cuatro en punto, me quedé inmóvil en la puerta del Atlantic.
Cuatro y cinco y Thelma que no llegaba.
Tampoco a las y diez. Comencé a inquietarme pues la película comenzaría y nosotros estábamos afuera.
Y cuarto en punto entré, compré dos boletos y me senté cerca de la puerta de la sala para verla cuando llegara. Le avisé al acomodador.
Pero nunca llegaría. Terminó la película y con ella las ilusiones.
Comencé a caminar para llegar a mi casa no sin antes pasar por la casa de Thelma para preguntarle si le había pasado algo.
Cuando la vi en la puerta de su casa con sus amigas decidí no detenerme. Supe que no me lo había dicho en serio. Había sido una ilusión.
No la vi mas.
Fue entonces que caminé hacia la clínica y me quedé charlando con mi hermano toda la noche…

                                                            F      I       N 

Richard
04-04-19






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