viernes, 25 de octubre de 2019

CUADROS ROTOS


Sentado en un viejo sillón, veo por el cristal como caen las gotas de lluvia.
Siento como el viento pugna por entrar y volar las poesías de mi alma.
Siento como el frío mira mis venas para dejar su escarcha.
Siento como la soledad quiere quedarse y mirarme con sus ojos vacíos.

En un tiempo sin tiempo, también miraba llover en la destemplada tarde.
Y aguardaba a que se hiciera el arco iris para ir a buscar la olla sin monedas.
Solo pensaba en encontrarte allí y besarte.
Y sentarnos en la arena para construir castillos que llegaran al cielo.

Pero el pasado no tiene luz y no es tiempo de llorar, tanta agua ahoga a las flores.
No es tiempo de nostalgias. Y se acabaron cuando tomaste mi vida por sorpresa.
Los buenos pensamientos regresaron y te recuerdan que nunca es tarde.
Tenemos el tiempo justo para ir por lo que queremos, por lo que soñamos.

Y el mañana llegará y veremos como el sol se asoma por el horizonte.
Juntos, solo los dos, pues las personas están destinadas a estar juntas
si deciden estarlo por sobre todas las cosas, si se eligen.
Porque sigo prefiriendo el amor y que se rompa a pedazos, si tiene que ser.

No quiero cariño, amistad y tibieza para terminar entero y solo.
Quiero amar con la misma furia de un mar embravecido.
No quiero solo recuerdos enmarcados en cuadros antiguos.
Quiero cuadros rotos, recuerdos de todo tipo, dolor en el alma, locura.

Con vos me siento otra vez, adolescente, joven, adulto.
Siento que la vida solo es posible si vos estas a mi lado. 
Esa noche, en aquel bar del centro, sentí que estaba donde quería,
sentí que había regresado a mi vida, y estabas de mi mano.

Juntos podemos caminar por un mismo sendero, nada será igual a partir de ahora,
todo cambiará, pues nada está quieto y está en nosotros hacerlo bien.
No queramos estar siempre enteros porque no podemos; nos alejamos,
nos doblamos, nos reparamos juntos y así seguimos adelante.

Ya guardé la piedra de mi pecho y mi corazón está en su lugar.
¿Escuchás sus frenéticos latidos?  
Fueron los detalles los que nos enamoraron; una carta, una caricia en la mejilla,

un beso robado, una lectura, un abrazo por la espalda, un abrazo, una poesía.

El silencio en la noche, un chocolate en la boca, un regalo en un cajón,
un te amo, te necesito, te extraño, una llamada, una poesía,
esas pequeñas cosas que hacen que la vida merezca ser vivida.
Con pasión, con locura, con susurros, gritos, gemidos, silencios y eternidades.

Richard
25-10-19



2 comentarios:

  1. un beso robado, una lectura, un abrazo por la espalda, un abrazo, una poesía. Mientras pongo un chocolate en tu boca y la bruma del momento se hace mía

    El silencio en la noche, un chocolate en la boca, un regalo en un cajón,

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  2. Muchas gracias mi estimada amiga!
    Beso grande.

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