Era una noche de tormenta, oscura y sin
final.
El viento soplaba, enojado con el mar.
Los rayos estallaban en el cielo para
hundirse en el horizonte,
mientras las olas furiosas, querían romper
aquel muelle.
Y allí, solitario y pensativo, estaba yo, admirando
la furia de Poseidón.
Más de pronto la tempestad cedió y una
brisa marina me besó.
Las estrellas comenzaron a brillar para abrazar
a la luna,
y alumbrar ese mar, ahora calmo y silencioso.
Y fue cuando giré la vista hacia la playa
de arena que lo vi.
Era un viejo de larga barba caminando con
un perro negro a su lado.
Llevaba un farol de aceite para
alumbrarse.
Parecía un ser inmortal, no tenía tiempo
ni edad.
Aquel perro me recordó a mi Terry de la
adolescencia,
un pastor belga que lloré cuando me fui de
mi casa.
El anciano tendría mi altura si no fuera
por el peso que llevaba en sus hombros.
Y fue que se encaminó hacia donde estaba,
cuando sentí que el encuentro no era casual.
Al estar frente a frente y mirarnos a los
ojos, me di cuenta.
Cuando comenzó a hablar supe quién era:
-No lo hiciste y sabías que debías hacerlo.
-
-Mil frases de amor escondiste en ese
oscuro baúl. -
-Te guardaste infinitos besos, abrazos y caricias.
-
-Tu alma rugía de amor y dolor y la acallaste.
-
-Las palabras ardían en tu garganta y no
las pronunciaste. -
-Tu pluma centelleaba de letras de amor y
cerraste los ojos. -
-No moriste por amor, no lloraste de
emoción, no sentiste tu fuego interior. -
-Y ahora enfermás de lejanías, soportando
huracanes escondidos en tu cajón de recuerdos. -
-Y dejás que tu alma repose sobre un
enlutado terciopelo con una moneda,
para que Caronte, el barquero, te lleve
hacia el otro lado que no es el cielo. -
-Estás a tiempo todavía. ¿Qué esperás? -
-Nunca es tarde cuando se trata de vivir.
-
-No seas estúpido, amá, gritá, reí, llorá,
rezá, sentí, buscá, encontrá, soñá, creé, confiá… -
Dicho esto, se desvaneció como la noche
cuando el sol asoma.
Mis lágrimas corrieron por mis mejillas.
Mis piernas reaccionaron y corrí hacia
ella.
Solo quería gritarle mi amor para que el
mundo escuche.
Solo quería vivir el resto de mi vida como
si fuera la última de todas.
Richard
29-01-20
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