lunes, 18 de noviembre de 2019

DESPERTANDO LOS SUEÑOS.




Era un niño cuando se encontró cara a cara con el tiempo.
Fue allí que se sintió frágil pues lo inexplicable lo invitaba a soñar.
Y cada noche, al cerrar los ojos, soñó como volaba el tiempo.
Soñó como navegaba sobre un mar de sueños y minutos eternos.

Navegando en su robusto bote recogía historias que flotaban en el agua.
Historias de vida y de muerte, de batallas ganadas y también perdidas.
Historias de amor y sexo, de barcos y trenes cruzando el mundo.
Historias de futuros apocalípticos, presentes utópicos, pasados épicos.

Era un hombre cuando se encontró cara a cara con la vida que no invitaba a soñar.
Solo era trabajar para que el pan no faltara en su hogar.
El tiempo pasó pero aquellas historias de niño estaban a salvo en el arcón de sus recuerdos.
Dormidas, pero vivas ya que su alma jamás las dejaría morir.

Era un adulto cuando se encontró cara a cara otra vez con el tiempo.
Se miraron a los ojos y la pregunta nació sola.
Y allí fue que las historias despertaron, salieron del arcón del alma en forma de aves.
Aves que volaron en todas direcciones, hacia el frío, el calor, la montaña y el mar.

Historias que nacieron con la imaginación de aquel niño,
historias fantásticas, tristes, alegres, historias de vida y de muerte.
Historias donde amó y sigue amando.
Historias donde soñó y sigue soñando.

Historias donde se duerme y se sigue despertando.
Muriendo cada noche para resucitar con cada amanecer.
Historias de vida que el tiempo nos ofrenda.
Historias de amor de un ser humano que intentó ser más humano,
para convertirse en ángel y poder amar sin final.

Richard
18-11-19



No hay comentarios.:

Publicar un comentario