sábado, 26 de octubre de 2019

FLORES ROJAS


                                           

Ya camino con paso lento por la vía helada del tren.
El campo escarchado es bello, el agua congelada del arroyo
y la blancura de la nieve sobre los arboles halaga el alma.
Más el frio en el cuerpo endurece mis piernas y manos.

No he visto ser humano alguno en días.
Si los he imaginado mirándome entre los arbustos.
En silencio, agazapados, no quieren que los vea, pero los veo.
Son tímidos y se preguntan hacia donde me dirijo.

Una vez hice dos promesas, que te buscaría y te hallaría.
Los cielos eternos fueron testigos de mi promesa.
Solo miraron hacia otro lado cuando hicimos el amor,
desnudos, danzando al son de la melodía eterna, llorando.

Sé que estoy cerca, el tren ya no pasa, la vía está muerta.
Termina en un precipicio, donde la libertad aguarda para abrazarme.
Allí los vientos me sostendrán en el aire mientras vos llegás.
Más me sentaré en las nubes y te aguardaré.

Ya estoy cerca, el paisaje es otro, la pasión es la misma.
Las palmeras en la nieve desaparecen en la espesa bruma.
Y son los sauces llorones en la arena que se erigen orgullosos.
Mientras la orilla de un mar imaginario se puebla de flores rojas.

Siento que estás llegando, siento tu alma vibrar.
Mi alma canta una antigua canción y tiembla de emoción.
Ha llegado el momento de no extrañarte nunca más.
Pues mi segunda promesa fue que jamás te dejaría ir otra vez.

Richard
26-10-19

2 comentarios:

  1. Lindísimo poema, todo un largo paseo imaginario donde la naturaleza despliega sus encantos y misterio.
    Emociones que se funden al paisaje con canciones y promesa, quizás cumplida.
    Un placer, Richard, dejarte mi huella después de seguirte los pasos.

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  2. Muy buenas tardes Estrella.
    Solo decirte gracias, muchas gracias por tan calido y poetico mensaje. Y tener tu huella es un honor para mi. Un beso

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